La muerte de María Bella

  
Olvidaste cerrar la puerta de tu patio;
la imagen viene a mi mente mientras
peleo a puño limpio con el malo.
Tu olvido fue como preguntarle ¿no entras?

Ya no puedo hacer nada por ti, estás muerta.
La tierra empapada en tu sangre,
imagen siniestra.
Le quito la mirada a tu cadáver (el suelo arde).

Por momentos parece que me supera;
está tan cerca de entrar a la casa…
Nos quiere arrancar el alma como a la pobre María Bella.
Aunque nos perdamos en el infierno, este de aquí no pasa.

Oh María Bella, si hubieras cerrado esa puerta,
esto jamás habría pasado,
ahora no estarías muerta;
no estaría muriendo para salvarnos, atormentados.

Nunca ya más me he de extinguir.
En profanar sus almas encontré la eternidad;
su inocencia perpetuó mi existir.
En mi poder van a sufrir; yo no sé de piedad.

Deja este lugar, ¡te lo ordeno!
Vuelve a padecer bajo tu férvido manto de espinos.
Al encierro en tinieblas, te condeno.
Vete ya. No hay más. ¡Ese es tu destino…!
  
Morgan Le Sorcier. 25-02-11

2 comentarios:

  1. yo k tu paticipo en santiago en 100 palabras parapoder leer tus poemas todos los dias k use el metro :$ esta genial migusta :D

    ResponderBorrar
  2. Es uno de los alivios de la muerte, que ocurre una vez y de ahí nunca mas.
    saludos, peace out!

    ResponderBorrar