Déjame ir

  
El alma atrapada
en medio de un grupo de sombras;
ya no puede hilar dos palabras;
de su vida solo quedan las sobras.

No intentes hacer volar a un ave
con las alas rotas.
No intentes obligarme,
si no me puedes dar otras.

El alma mutilada,
encadenada al piso.
El futuro que esperaba
le es tan imposible como el paraíso.

No intentes curar mis heridas
ni secar mis lágrimas;
ellas me recuerdan que me encuentro con vida.
No sientas lástima.

Una mente destruida por la violencia.
Cientos de recuerdos marchitos
de una niñez sin inocencia
y esta sensación de abatimiento infinito.

No se puede intentar existir
con el alma destruida.
Ya no puedo correr lejos de aquí
para deambular por la vida…
  
Morgan Le Sorcier. 27-04-12